Esta mujer decidió en 1955 no ceder su asiento a un blanco. Su gesto inició una lucha que puso fin a la segregación racial en EE.UU.
Corrían los años 50 y al otro lado del océano la segregación racial era tema dominante. Negros y blancos viajaban separados en el autobús. Un invierno de 1955 una costurera negra regresaba en uno de estos autobuses a su casa después de la jornada laboral. Requerida por un hombre blanco a que le cediese su asiento, se negó a hacerlo. Rosa Parks comenzó así, sin saberlo, la lucha por la eliminación de la segregación racial en EE.UU.Este gesto hizo que la detuvieran y le impusieran una multa de 14 dólares. Pero también inició un boicot al transporte público que duró 381 días, durante el cual cientos de trabajadores negros fueron despedidos y muchos arrestados. También llevó a la creación de la Asociación por el Desarrollo de Montgomery, grupo que eligió como uno de sus portavoces a un joven pastor de la Iglesia Bautista, poco conocido hasta entonces: Martin Luther King. Estas protestas terminaron en 1964 con el Acuerdo de los Derechos Civiles, el cual prohibía la discriminación racial en ese país.
Defensora de los derechos civilesLa victoria legal y moral en la Corte Suprema no mejoró, sin embargo la vida de Rosa Parks. Perdió su trabajo y cansada de las amenazas de muerte acabó mudándose en 1957 a Detroit. En esta ciudad, entre 1965 y 1988, trabajó como asistente del representante Demócrata por Michigan John Conyers. Hoy, un museo-biblioteca en la esquina de Montgomery, donde Parks subió a aquel autobús, lleva su nombre. En 1996, recibió la más alta condecoración civil de EE UU, la Medalla Presidencial de la Libertad, y en 1999 le entregaron la Medalla de Oro de Honor del Congreso, cuando la reconocieron como un icono viviente de la libertad en Estados Unidos. Asimismo, más de 40 universidades la nombraron Doctor Honoris Causa y su nombre es citado en prácticamente todos los libros de historia sobre los derechos civiles.En una de las entrevistas que concedió en sus últimos años, Parks explica que estaba cansada de ceder. Ni siquiera tenía certeza de que sobreviviría aquel día. Simplemente estaba cansada del maltrato. El joven blanco que estaba de pie no había pedido el asiento. Fue el conductor quien decidió crear un problema...
( de Mujeres Universia)
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